Desleales en la Guardia Civil: espinonaje, Quinta Columna y contraespionaje en el cuerpo durante la Guerra Civil española
Resumen
La Guardia Civil era considerada, en los años treinta, como una institución conservadora y de lealtad dudosa para la causa republicana por partidos obreros, la izquierda en general o las masas que los apoyaban. Era una impresión injusta porque la Guardia Civil siempre había sido neutral políticamente y dedicada sólo a servir al Estado. Y aunque era un cuerpo militar, su campo de actuación siempre había sido el orden público y la seguridad en calles y plazas de pueblos y ciudades. Y, a partir de julio de 1936, la Guardia Civil se dividió en leales y desleales a la República. Las razones que explican unirse a un bando o al contrario fueron variadas y no siempre muy consolidadas, por lo que pudieron cambiar conforme avanzó la guerra. Pero hubo muchos guardias civiles en zona republicana que eran partidarios del bando sublevado. Entre estos desleales aparecieron espías en el frente y agentes de la quinta columna en la retaguardia. Y entre los guardias civiles que sí eran leales a la República los hubo que se encargaron de labores de contraespionaje para perseguir a los anteriores. En este artículo analizamos la realidad del espionaje y la quinta columna dentro de la guardia civil y la eficacia de su persecución por otros guardias civiles en actividades de contraespionaje. Y al final, valoramos el peso que tuvo en el desenlace de la guerra el éxito de unos o de otros, todos guardias civiles, en sus objetivos unos de traición y otros en su persecución.
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PDFDOI: http://dx.doi.org/10.4151/07197969-Vol.15-Iss.2-Art.885
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